domingo, 11 de diciembre de 2011

Dissertatio cum Nuncio Sidereo

Johannes Kepler
Dissertatio cum Nuncio Sidereo
[1610]


Portada de la edición original de 1610, publicada en Praga (Fuente)
Edición de bolsillo en castellano: Alianza Editorial

Introducción, traducción y notas: Carlos Solís Santos.

Si bien fueron contemporáneos, Galileo y Kepler nunca se encontraron personalmente; sin embargo cada uno estaba al tanto del trabajo del otro, y se escribieron en diversas ocasiones. Kepler fue uno de los primeros en recibir una copia del Sidereus Nuncius, enviado por Galileo; Kepler respondió con una respuesta pública, en forma de libro, Dissertatio cum Nuncio Sidereo, alabándolo por sus telescopios y los descubrimientos hechos con ellos, así como agregando interpretaciones e hipótesis propias. Pero fundamentalmente compartiendo la interpretación copernicana de las observaciones.


Retrato de Kepler de 1610, de autor desconocido
Fuente: Wikipedia

Leyendo el segundo apenas después de terminado el primero (con ayuda de una edición como la de Alianza Editorial), surge inmediatamente el contraste entre dos personalidades muy diferentes. Galileo destaca por su habilidad práctica y explicaciones y razonamientos claros. Kepler en cambio es eminentemente teórico, pero con un alto componente especulativo y místico (astrológico, divino). Sus explicaciones suelen irse por las ramas, y muchas de sus hipótesis tienen poco de científico. Sin embargo, como resultado de ese caótico proceso, Kepler llegaría mucho más lejos que Galileo, tanto en óptica como en cinemática planetaria, por todo lo cual, la lectura de Dissertatio resulta un muy interesante contrapunto a la obra de Galileo.

Un ejemplo claro, que ilustra la diferencia, se encuentra en el telescopio mismo. Galileo construye mejoras prácticas en los telescopios por pura experiencia, sin tener una teoría clara de su funcionamiento. Kepler, en cambio, había desarrollado una teoría óptica mucho más completa, pero por el contrario envidiaba a Galileo la pericia constructiva. No pocas ni sutiles son las veces que da a entender en Dissertatio que le encantaría recibir de Galileo un telescopio.



Diagrama óptico en Astronomiae Pars Optica (1604), al que Kepler refiere en 
numerosas ocasiones en su Dissertatio cum Nuncio Sidereo (1610)



Hay en el libro de Kepler varias aluciones a su obsesión de muchos años, los sólidos platónicos del "Mysterium Cosmographicum" con los que pretendía explicar el plan divino según el cuál estaba regulado el Sistema Solar.  Esos pasajes son importantes para comprender la motivación de Kepler; aunque esa hipótesis resultara ser falsa, ya que eran su inspiración permanente; en definitiva trataba de identificar un modelo matemático subyacente como la raíz divina de las leyes planetarias. Si acaso sirve también para destacar aún más el hecho de que, ante la evidencia irrefutable que le proveyeran las observaciones de Tycho Brahe, decidiera posteriormente abandonar finalmente la idea de los sólidos platónicos.


El modelo modelo kepleriano de sólidos platónicos entre planetas
Fuente: Wikipedia

Así pues, lo haré por propio deseo, a instancias de los amigos, y porque tu mismo me lo urges, esperando ardientemente que esta mi carta te sirva, si tienes a bien mostrarla, para proceder con el apoyo de un partidario en contra de los atrabiliarios enemigos de las novedades, a quienes se les antoja increíble, profano y nefando cuanto desconocen y cuanto excede los límites acostumbrados de las minucias aristotélicas.


Habiendo visto [en el libro Magia natural de Bautista Porta] (...) la queja "hasta ahora nadie ha mostrado ni las propiedades ni las razones de las lentes y espejuelos cóncavos y convexos, tan necesarios para el uso humano", puse manos a la obra hace seis años en la parte óptica de la astronomía, a fin de dejar patente mediante una clara demostración geométrica lo que ocurre en las lentes simples.


¿Por qué, pues, no señalas ninguna de esas manchas largas en la Luna? ¿Por qué la mayoría están limitadas por un círculo? ¿Se me permitiría abandonarme a la conjetura de que la Luna es como una especie de piedra pómez, abriéndose por todas partes con pozos enormes y abundantísimos?



Terminador de la luna
Foto: qfwfq78



...dado que muy a menudo he aludido a la estructura del mundo a base de los cinco cuerpos regulares, de acuerdo con mi Misterio Cosmográfico, eliminaré completamente en tres palabras la objeción mencionada al comienzo de esta carta. Puesto que estos cuatro planetas giran en torno a Júpiter según órbitas muy ceñidas, nadie habrá de temer que vayan a poner en peligro mi argumentación sobre la intercalación de las figuras de Pitágoras entre los planetas.


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